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Los siete cuerpos y un todo

A fin de encarnar, para funcionar en el plano físico y pasar por la experiencia del mundo, cada individuo tiene que tener siete cuerpos. De estos siete cuerpos, tres son los Cuerpos Superiores —los cuales son Divinos y ya son perfectos. Los restantes cuatro —conocidos como los “cuerpos inferiores”— contienen energía que debe ser redimida y transmutada a perfección, por el individuo que ha impuesto imperfección sobre ella a lo largo de muchas eras de vivir.

Los tres Cuerpos Superiores funcionan en la Octava de los Maestros Ascendidos; los cuatro cuerpos inferiores operan en el plano astral o psíquico de vibración inferior, contentivos de energía mal calificada por la humanidad. Todos los siete cuerpos contribuyen, de alguna manera, a la consciencia del individuo.

Los Cuerpos Superiores son:

  • La Presencia “YO SOY”
  • El Cuerpo Causal, y
  • El Santo Ser Crístico (conocido también por “Cuerpo Mental Superior”).

Los Cuerpos Inferiores consisten de:

  • El cuerpo Etérico,
  • El cuerpo Mental,
  • El cuerpo Emocional, y
  • El cuerpo Físico.

Los tres Cuerpos Superiores sostienen una Conciencia de Perfección, pero los cuatro cuerpos inferiores están constantemente añadiendo a la suma total de la conciencia de la corriente de vida, sus reportes del bien y del mal. Estos cuerpos inferiores, por razón de su limitado desarrollo, aceptan el mundo de apariencia a valor nominal y contribuyen a la masa conglomerada del pensamiento humano, la cual constituye la conciencia promedio de la humanidad como un todo.

En el estudiante sin desarrollo, estos cuerpos inferiores se ven como ovoides. Sin embargo, mientras más espiritualmente desarrollado se torna el Chela, estos cuerpos asumen más forma. Luego, su cuerpo emocional adopta una figura e igual lo hacen sus vehículos mental, eterice y físico. Esto pueden verificarlo quienes tienen el don de la visión interna.

La posición relativa de los cuatro cuerpos inferiores es como sigue:

  1. Interpenetrando y extendiéndose de 4 a 6 pulgadas alrededor del cuerpo físico, está el cuerpo etérico.
  1. Interpenetrando y extendiéndose alrededor del cuerpo etérico y el cuerpo físico, está el cuerpo mental.
  1. Interpenetrando y extendiéndose alrededor de los cuerpos mental, físico y etérico está el cuerpo emocional, el más grande de los cuatro cuerpos inferiores. El cuerpo emocional se extiende a tres pies del cuerpo físico y en algunas personas, más aún.

La Presencia “YO SOY” es el foco individualizado de Dios conectado al corazón del cuerpo físico por medio del Cordón de Plata. Es “el verdadero tú”, el ser a través del cual funcionarás después de haber logrado tu Ascensión. Es Dios dentro de ti, sólo conoce la Perfección y está siempre vertiéndola hacia adelante y expandiéndola. Es tu ser permanente que nunca muere. Este foco individualizado tiene el Poder potencial de los Padres Dioses. Por tanto, podemos decir que el hombre es co-creador con Dios. La Llama Triple en el corazón del hombre, provee un anclaje de la Presencia “YO SOY’ en el cuerpo físico.

Toda la energía calificada constructivamente, acopiada durante todas tus encarnaciones, está contenida en el gran reservorio de Bien y Perfección representado como siete círculos de color alrededor de la Presencia “YO SOY”. Este es conocido como el Cuerpo Causal y dentro de este cuerpo, están almacenados los “Tesoros en el Cielo, donde los ladrones no minan ni hurtan ni la polilla ni el orín corrompen” (Mateo 6:20). El Cuerpo Causal contiene el “Bien Acumulado” — lo opuesto a Karma— el cual es la energía calificada de una manera armoniosa, a través de todas nuestras encarnaciones.

El Ser Crístico ha sido provisto por la presencia “YO SOY” para darnos asistencia en el mundo humano. Por consiguiente podemos llamarlo “el Instrumento de la Presencia YO SOY”. Es una réplica (en forma) de la Presencia “YO SOY”, pero vibra a una tasa menor. Operando a una menor vibración, está consciente de la imperfección -como la enfermedad-, pero no la asume ni la acepta. El Ser Crístico mora en una posición entre la Presencia “YO SOY” y el cuerpo físico.

El Cuerpo Mental fue diseñado para ser el Cáliz para la receptividad de las ideas Divinas. Tiene el poder de moldear estas ideas a formas trabajables La mente está contenida en el cuerpo mental. La mente -también llamada conciencia- está para ser la sirvienta de la Llama individualizada, no su ama. El cuerpo mental se creó para ser el instrumento que sostiene el patrón o visión de perfección, para construir la forma o lo que pueda ser que desees manifestar, sosteniéndola hasta que los sentimientos la energicen para la manifestación física.

El Cuerpo Emocional, el más grande de los cuatro cuerpos inferiores, contiene nuestro mundo de sentimientos. Su servicio correcto consiste en alimentar las ideas Divinas con el sentimiento positivo de logro, irradiar la Naturaleza de Dios en cada Virtud de Felicidad, Pureza, Misericordia, Perdón y Paz. El cuerpo mental se diseñó para crear la forma. El cuerpo de sentimientos se creó para alimentar esa forma con vida calificada. Tener el control total de los sentimientos es la meta deseable.

El Cuerpo Etérico contiene las memorias de todos los hechos pasados, pensamientos y sentimientos durante esta encarnación y las pasadas—tanto de bien como de mal. A la acumulación de estos registros se le llama “conciencia etérica” o “alma”. De allí que el cuerpo etérico sea el sobre del registro de memorias del individuo. Cuando un individuo no está encarnado, vive en su cuerpo etérico y lleva el registro de las memorias (conciencia etérica) de sus encarnaciones pasadas.

El cuerpo etérico es el más cercanamente conectado con el físico, y es el vehículo en el cual ustedes viajan en la noche cuando duermen. De modo que mientras más purificado esté el cuerpo etérico y mientras más sensible sea a la Divinidad, más fácil sea para ese cuerpo etérico, cuando regresa al cuerpo físico, recordar las Verdades Divinas y las experiencias felices que tienen lugar en los niveles internos; conocer el júbilo de estar en la presencia de Seres Divinos y traer esa asociación de vuelta al mundo de la forma.

El Cuerpo Físico provee el anclaje a la Tierra. Es el vehículo mediante el cual el hombre funciona y expande las fronteras del Reino de Dios dentro de un plano de menor vibración. El cuerpo físico, por tanto, es el ‘Templo del Dios Viviente”.

El Cordón de Plata entra al cuerpo físico por la coronilla de la cabeza (el lugar blando de un bebé recién nacido), y provee la conexión para el Ser Crístico y la Presencia “YO SOY”. Ésta es la Dadora de Vida, la Fuente de Energía que mantiene la Vida. Si esta fuente de Fuerza de Vida se retirase del cuerpo físico, éste no podría operar y sobrevendría la susodicha muerte.

El cerebro es el órgano físico a través del cual funciona la mente. Este registra las impresiones del mundo externo. El cerebro es el vehículo de la mente.

¿Qué capacita a los siete cuerpos a funcionar? Es una constante corriente de energía dadora de Vida (electrones) originada desde el Sol Central que fluye a través de Sol físico, la Presencia “YO SOY” y el Ser Crístico a los cuatro cuerpos inferiores. En el momento en que una Llama Triple Individualizada invoca a un electrón (mediante pensamiento y sentimiento), a este electrón se le estampa con el patrón inequívoco del individuo, tal como una Cruz de Malta o una Flor de Loto. Por cada electrón así invocado, el hombre debe rendir cuentas.

La Luz Electrónica en el universo creó todas las formas. Esta sustancia primigenia conforma el Aura de Dios.

#revistanuevaera

 

 

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