EL ENEAGRAMA

«Un tipo eneagramático no solo se refiere a una fijación particular o a un conjunto concreto de patrones de comportamiento, sino también a la pasión asociada, el aspecto básico idealizado, la virtud, etc. Por dicha razón, creemos que ‘enea-tipo’ constituye un término más útil que el tradicional de ‘ego-tipo’ o ‘fijación’ puesto que expresa dicha multidimensionalidad, y por lo tanto lo utilizaremos a lo largo de la obra».   A.H. Amaas

Para comprender lo que es el Eneagrama, es preciso saber algo sobre su historia. El símbolo de nueve puntas del Eneagrama apareció con claridad por primera vez en el Occidente moderno a través de las enseñanzas de G. I. Gurdjieff, un místico armenio, a principios del Siglo XX. Al parecer Gurdjieff lo aprendió de una escuela secreta de Oriente Medio, una escuela basada en una tradición espiritual que por lo menos tiene unos dos mil años. Por lo que sabemos, no enseñó el Eneagrama de las fijaciones de la personalidad, que constituye el Eneagrama más ampliamente conocido.

El Eneagrama que se ha hecho popular en años recientes, proviene básicamente de Claudio Naranjo, maestro y psiquiatra chileno, que lo aprendió de Oscar Ichazo, un maestro espiritual sudamericano. No está claro qué partes de esta enseñanza del Eneagrama se originaron con Oscar Ichazo y cuáles fueron añadidas o elaboradas por Claudio Naranjo en el contexto de su amplio conocimiento de la psicología profunda. Naranjo, del que aprendimos el cuerpo de conocimiento asociado con el Eneagrama, lo relaciona con la escuela de Oriente Medio con la que estaba asociado Gurdjieff, pero afirmó con claridad que recibió el conocimiento básico del Eneagrama de Oscar Ichazo.

Según Naranjo, la idea de que el símbolo del Eneagrama encarna un mapa objetivo de la realidad en sus distintas manifestaciones y dimensiones se originó en esta antigua escuela. Utilizando el mapa del Eneagrama, podemos adquirir una comprensión detallada de cualquier dimensión de la experiencia. Dos categorías del Eneagrama se refieren a la experiencia interior, una atañe a la experiencia egóica (reflejando la ignorancia espiritual fundamental), en forma de los Eneagramas de las Fijaciones y las Pasiones, y la otra pertenece a la experiencia básica (que refleja la iluminación espiritual), como es el caso de los Eneagramas de las Virtudes y las Ideas Santas. No sólo existen conexiones internas entre cada Eneagrama, sino que también existen relaciones muy concretas entre los distintos Eneagramas.

En los últimos años han aparecido varios libros sobre el Eneagrama, que analizan, por regla general, el Eneagrama de las Fijaciones, o ego-tipos. Las ideas plasmadas en dichos libros derivan de las enseñanzas de Naranjo de principios de la década de los años setenta. La mayoría de dichas publicaciones presentan un Eneagrama fundamentalmente psicológico, y lo utilizan básicamente como método tipológico. Aunque el Eneagrama es muy útil como método para identificar y clarificar el funcionamiento psicológico, sus posibilidades son de mayor alcance que el que representa esta aplicación limitada.

Nuestro punto de vista sobre los usos más elevados del Eneagrama está de acuerdo con el de Ichazo y el de Naranjo. En su libro, Ennea-type Structures (Naranjo, 1990), Naranjo presenta el Eneagrama en forma de método para la autoobservación y el estudio, como parte de un trabajo de realización espiritual más amplio. Elabora el modo en que las características de la personalidad de los nueve ego-tipos (que Naranjo denomina «enea-tipos»*) son expresiones de pérdida de contacto con el Ser, nuestra naturaleza básica, y al hacerlo, muestra que el verdadero valor de dicho conocimiento estriba en ayudarnos a restablecer este contacto. Por ejemplo, al describir las Pasiones, el trasfondo emocional de cada enea-tipo, Naranjo afirma que «… surgen del fondo de confusión óntica; del hecho de que la pérdida de un sentido de mismidad sostiene un anhelo del ser que se manifiesta en la forma diferenciada de las nueve emociones del ego.» (Naranjo, 1990, pág. 30). Este punto de vista sobre las pasiones fijas de los eneatipos, tal como se relacionan con la pérdida de contacto con el Ser, refleja la perspectiva del cuerpo de conocimiento transmitido sobre el Eneagrama, tal como se aprecia en la comprensión de Ichazo de que: «cada persona desarrolla un estilo para compensar la falta, el vacío ontológico que se sitúa en el corazón del ego. Decimos que existen nueve estilos básicos o puntos de fijación del ego.» (Bleibreu, 1982, pág. 13). Aunque este constituye también el punto de vista de Ichazo, el estudio de Naranjo representa la primera descripción publicada del modo en que cada uno de los tipos de caracteres se relaciona con la pérdida de contacto con el Ser. La obra de Naranjo, así como la de Helen Palmer, que conecta los tipos con formas de intuición, y las distinciones de Don Riso y Russ Hudson sobre la estructuración psicológica de los tipos (Palmer, 1988; Riso y Hudson, 1996), hace posible que podamos presentar este estudio de los Eneagramas superiores sin necesidad de proporcionar una enseñanza sobre el Eneagrama de los tipos de personalidad.

A medida que nuestro trabajo, el Enfoque del Diamante, se desarrollaba observamos que la propia autocomprensión podía organizarse de un modo sistemático y simple con la ayuda del Eneagrama. Lo que nos permitió comprender alguno de los Eneagramas de una forma nueva y a veces profunda, y también nos llevó a la formulación de nuevos Eneagramas. Nuestra comprensión del Eneagrama, por lo tanto, es el producto de la integración vivencial del cuerpo de conocimiento del Eneagrama tal como suele entenderse, aprendido básicamente de Naranjo, junto a nuestros propios descubrimientos.

La visión transmitida es la de que el conocimiento del Eneagrama es un conocimiento objetivo de la realidad. Hemos descubierto que ello es cierto. Consideramos que la objetividad del Eneagrama significa, entre otras cosas, que puede ser percibido directamente por cualquiera con la capacidad necesaria que investigue de modo eficaz sobre la naturaleza de la realidad. Puesto que es un modelo verdadero de la realidad, no podemos agotar su conocimiento. El conocimiento de la realidad es a la vez ilimitado e inagotable: cada enseñanza tiene un modo específico de describir la realidad y ninguna de estas formas agota todas las experiencias posibles. El Eneagrama constituye una estructura que facilita la revelación de la verdad sobre el Ser y sobre los seres humanos como parte de este Ser. Consideramos la presente obra como una nueva contribución al conocimiento del Eneagrama.

Extracto del libro «Facetas de la unidad, El Eneagrama de las Ideas Santas». Cap.1

Autor A.H. Amaas

Para descargar de Internet: Biblioteca Nueva Era

Rosario–Argentina. Adherida al Directorio Promineo

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