- La transliteración real del Padre Nuestro en Arameo resulta un poema perfecto donde se hace mención de toda la magnificencia de la creación.
El Padre Nuestro es -quizás- la oración más popular y recitada del planeta. Esta fue dada a conocer por Yeshua o Jesús, según los Evangelios de Lucas y Mateo. El texto original fue encontrado en el Monte de los Olivos, en la ciudad de Jerusalén/Palestina, escrito en Arameo, en una piedra de mármol blanco.
El Arameo pertenece a la familia de las lenguas semíticas, que a su vez forman parte de la macrofamilia afroasiática, como el árabe, y al grupo de lenguas semíticas noroccidentales que incluye a las lenguas cananeas, como el hebreo.
ABUNA DI BISHEMAYA
Padre-Madre, respiración de la Vida
¡Fuente de sonido,
Acción sin palabras,
Creador del Cosmos!
Itqaddash Shemak,
Haz brillar tu luz dentro, entre y fuera de nosotros
para hacerla útil.
Tete Malkutak
Ayúdanos a seguir nuestro camino tan sólo respirando el sentimiento que emana de ti.
Tit’Abed Re’Utak
Nuestro YO, en el mismo paso, puedan estar juntos para que caminemos como Reyes con las demás criaturas.
Kedi Bi Shemaya Kan Ba Ar’a
Que tu deseo y el nuestro sean uno sólo
en Luz, formas, existencia individual y en comunidades
Kajmana Hab Lana Sekom Yom Beyoma
Haznos sentir el alma de la Tierra
y sentiremos la sabiduría que existe un todo
U Shebok Lana Jobeina
No permita la superficialidad
y libere de todo lo que nos impide crecer
Kedi Af Anajna Shebakna Lejeibina
No nos dejes caer en el olvido
de que Tú eres el poder y la Gloria,
la canción que se renueva de tiempo en tiempo
y que todo lo embellece.
Weal Ta’Alna Lenision
Que tu amor esté sólo donde crecen nuestras acciones
ELA PESHINA MIN BISHA
¡QUE ASÍ SEA!
En la traducción, debemos considerar una serie de factores por las que existen tantas diferencias, y quizás uno de los más importantes es la traducción y/o transliteración de un idioma a otro, cosa que no es nada fácil hacer y entender. Hay que ser muy objetivo para no cambiar el sentido de las palabras según nuestras creencias.
Este tipo de textos están siempre sujetos a ser interpretados de muchas maneras, según el oído o la persona que lo lee. Todos solemos tener interpretaciones distintas al leer un texto y más si este tiene un trasfondo filosófico, poético y divino, como el de la oración de la que estamos hablando.
La traducción del Arameo a las actuales lenguas, en especial al castellano, -y sin la interferencia de terceros – nos enseña cuan bella, profunda y verdadera es esta oración.
Abuna Di Bishemaya,
Itqaddash Shemak,
Tete Malkutak
Tit’Abed Re’Utak
Kedi Bi Shemaya Kan Ba Ar’a
Kajmana Hab Lana Sekom Yom Beyoma
U Shebok Lana Jobeina
Kedi Af Anajna Shebakna Lejeibina
Weal Ta’Alna Lenision
ELA PESHINA MIN BISHA
La diferencia de la traducción según la Iglesia -que encontramos en la biblia- y la que aquí les enseñamos, es notable. La forma tradicional que conocemos de dicha oración suena hasta cierto punto insípida, al escuchar toda la belleza que envuelven las palabras originales que invocaba Jesús y descubrir toda la riqueza perdida en el contenido.
En todo caso, y bien sabemos que, para comunicarnos con el Padre, cualquier petición o pensamiento sincero nos llena y rodea inmediatamente de su presencia.